Carlos acepta un contrato para trabajar como solista en Disney World. Julie se lanza como solista, y destaca como compositora. Vuelca su extraordinaria sensibilidad en canciones que llevan el sello de su genio musical y su delicado sentimiento. Mamá Ruffino no quiere permanecer inactiva, forma un dúo con Julie y comienza un nuevo capítulo de esta extraordinaria carrera. Los años no han hecho mella en la hermosa voz de doña Mercedes, ni ha mermado su gracia, su picardía rebosante de optimismo y su don para ganarse a todos los públicos.

El 18 de septiembre de 1983, Mamá cumple 50 años de trabajar en la escena y para ella organiza su hija un homenaje, en el que se dan cita los artistas cubanos y extranjeros en ese momento en Miami. La lista es impresionante, Carmela Vázquez, Olga Guillot, René Touzet, Rolando Laserie, Natasha Amador, Roberto Ledesma, Luis García, Chirino y muchísimos más, que dieron testimonio de su respeto y su amor por los mimados artistas que llevan el apellido Ruffino. Ese día, en medio de una cerrada ovación, se leyó un telegrama de Ronald Reagan, que había compartido con ellos en Hollywood como artista, y ahora era el presidente de los Estados Unidos. Con frases cariñosas felicitaba a Mamá Ruffino por su larga vida de éxitos…El 12 de marzo de 1984 la ACCA concedió el premio "Mérito Artístico" a Mamá Ruffino. Dos años más tarde, en un recital-almuerzo por el día de las madres en el night Club "Los Violines", se produjo la última actuación de "Las Ruffino".